— BILBAO 2024 —
Imprescindible para eventos.
Una de las razones por las que me encanta Fujifilm es por sus objetivos. Tengo un rango desde 8mm hasta 400mm cubierto por lentes Fujinon, pero este pequeño Sigma me aporta un factor diferencial en fotografía de eventos con su F1.4.
Siempre os digo que el cacharreo me da mucha pereza. No soy de esos que están mirando todo el día a ver qué objetivo ha sacado la marca nosequé para un modelo de cámara que no tengo. De hecho, rara vez miro alternativas para mi propia cámara porque con lo que tengo ahora mismo, tengo más que de sobra para hacer casi cualquier cosa. Y en ese «casi» entra este Sigma 56mm F1.4 para monturas X de Fujifilm.
Cada vez cubro más eventos para empresas y cada vez odio más a los que diseñan auditorios. La luz en estos sitios suele ser un dolor con luces a distintas frecuencias que las pantallas, configuraciones de luz super ténues con dominantes diferentes en cada lado… En resumen: Situaciones de luz muy baja con flickering complicado. Las cámaras actuales trabajan muy bien con ISOs altas pero llega un momento que me parece una barbaridad estar tirando fotos a 5.000ISO en una situación, en teoría, controlada.
un objetivo ideal para fotografía de eventos
Y eso tirando con objetivos que son F2.8 en todo el rango que ya son bastante luminosas. Si nos vamos a F4 o superior… Ni os cuento. Y aquí es donde esos objetivos más luminosos tienen todo el sentido. Primero por potenciar un poquito el bokeh, ya que en eventos de este tipo, se hacen muchísimos retratos y siempre es un plus esa sensación extra de desenfoque. Pero es que, además, esos pasos extra que ganamos con el F1.4 sí que marcan una diferencia de calidad, porque nos permite pasar de tirar a 5.000ISO a 3.200ISO, manteniendo la misma velocidad. Y aquí yo sí veo diferencia.
Para mí, no hay mucha diferencia entre tirar a 800ISO o a 3.200ISO. Sí, hay diferencia, pero no es grave. Sin embargo, sí que veo más salto entre 3.200ISO y 5.000ISO. Creo que las diferencias se acentúan más cuanto más subimos la ISO y encontrar un objetivo que te evite ese salto es una bendición.
El Sigma 56mm F1.4 nos permite ahorrarnos ese salto y proporcionarnos ese bokeh extra, pero nos limita a una focal fija, pero aquí entra en juego el sensor. En mi caso, con una Fujifilm XH2 con 40MPX tengo se sobra para recortar. De hecho, tengo un botón dedicado para hacer ese recorte digital ya en cámara y ver directamente la foto que quiero. De esta forma puedo tener un «zoom» con un objetivo fijo.
El objetivo de Sigma casi ha terminado de sustituir a mi teleobjetivo en la fotografía de eventos y combina perfectamente con el Fujinon 16-55mm F2.8.
las pegas
La calidad de construcción no tiene nada que ver con los objetivos Fujinon, pero también tiene la ventaja de que es mucho más pequeño y liviano. Es de esos objetivos que no da pereza meter en la mochila «por si acaso». Sin embargo, algo que sí que me molesta del objetivo es que no tiene aro de diafragma, con lo que tengo que operar la cámara de forma diferente que con objetivos Fujinon y esto hace que mis movimientos no sean menos automatizados de lo normal.
conclusión
Sigma ha hecho un buen trabajo con este Sigma 56mm F1.4. Tiene una focal cómoda para trabajar en eventos y más aún si tienes la opción de recortar. Ese 1.4 nos permite trabajar a ISOs más contenidas y su nitidez cumple de sobra para este tipo de fotografía. Además, no le he encontrado pegas a su enfoque trabajando con la Fujifilm XH2. Esto, junto con su precio contenido, le hace una opción muy apetecible para fotógrafos de eventos, de bodas o social.
Ojalá en un futuro adapten el sistema de diafragma en aro para adecuarse 100% a la filosofía de Fujifilm.