— Bilbao 2019 —

Analizamos la mochila Vanguard Alta Sky 51D tras varias semanas de uso

La elección de nuestros compañeros de viaje siempre nos supone un puntito de estrés a la hora de tomar la decisión final. Nuestra mochila pasará junto a nosotros mucho tiempo a si que hay que analizar si lo que nos ofrece cada modelo se adecúa a nuestras necesidades específicas.

Mi perfil profesional

Siempre digo que no hay una mochila perfecta porque cada uno la usamos de formas diferentes. Por eso me parece importante comenzar explicándo para qué uso yo la mochila y cómo la utilizo para que luego vosotros mismos podáis ponderar mis opiniones en función de vuestras propias necesidades específicas.

Soy eminentemente fotógrafo de naturaleza. Me da un poquito igual costa que montaña porque tengo la suerte de tener todo a mano. Muchas de mis escapadas son cortas, pero también practico trekkings medianamente largos y, esporádicamente, largos e, incluso, algo de fotografía nocturna. Lo que yo busco en una mochila es ergonomía, fácil acceso y durabilidad. No soy muy tiquismiquis con la estética y si tengo que sacrificarla en aras de obtener mejores prestaciones, lo hago sin ningún miramiento. El uso que se le dará a esta mochila será para trekkings medios-largos en el que necesite llevar un teleobjetivo largo. Por si os sirve, el modelazo de las fotos (por lo de grande) es un chicarrón del norte de 1.83m y de amplias espaldas.

Fotografía de @kolaing

Analizaré por tanto este modelo que me ha cedido Vanguard siempre bajo esos parámetros. Recuerda siempre que lo que para mí es una desventaja para ti puede ser una ventaja y viceversa.

Diseño y materiales

La Vanguard Sedona Alta Sky 51D es una auténtica todo terreno. Con unas dimensiones contundentes, ofrece una alta capacidad y una sorprendente comodidad de uso. La mochila está hecha con materiales muy sobrios que le dan esa sensación de mochila sólida que busco para equipamiento de invierno. Las cremalleras y los tiradores parecen estar a un nivel superior a la Sedona que analizamos en el blog hace unos meses. Me gustan mucho los tiradores amarillos que se identifican rápidamente para abrir el compartimento trasero y, sobre todo, el acolchado de las asas. Me parece muy reseñable que vaya con menos sensación de peso utilizando la Vanguard Sedona Alta Sky 51D con todo el equipo que con otras mochilas más pequeñas llevando menos cosas. A esto ayuda mucho tanto la cinta pectoral como el cinto, que no solo se limita a impedir que la mochila se mueva en exceso sino que ayuda a la correcta distribución del peso repartiéndolo entre los hombros y la cintura. La tela es robusta y de fácil limpieza y cuenta con un sinfin de recovecos donde guardar cosas. No he tenido la oportunidad de probar la funda de lluvia pero tengo la sensación de que será indispensable a poco que arrecie el agua.

MISGATAS SEAL OF APPROVAL: Resiste los envites de mis dos gatas con lo que me parece un buen test de calidad de materiales. 

Ergonomía y uso

La adaptación de uso ha sido realmente rápida. Pese a parecer aparatosa, una vez puesta en la espalda no da la sensación de ser tan grande ni de lejos. Es más, me ha sorprendido verla tan grande en las fotos porque la comodidad que presta es muy grande.

Esta Vanguard tiene acceso superior, trasero y (oh, Dios sí) lateral. Para mí es una bendición en determinadas circunstancias tener este acceso. A pesar de todas las mejoras y adelantos para llevar la cámara enganchada por fuera, sigo prefiriendo llevar la cámara bien guardada cuando hago pequeños desplazamientos buscando el encuadre deseado. Este acceso rápido me da esa facilidad que, en mochilas de acceso trasero echo de menos. Sin embargo, su ubicación se me antoja algo alta lo que me obliga a andar con algo más de cuidado a la hora de guardar y sacar la cámara. Bien pensado, no estoy muy seguro de si esto es una desventaja o una ventaja.

El acceso superior lo he configurado de tal manera que me queda un compartimento bastante amplio donde guardar algo de ropa extra, comida, filtros y alguna cosa más. Tener este extra de espacio fune una de las razones para seleccionar esta mochila. El acceso trasero es muy amplio y permite abrirlo sin llevarte las asas contigo lo que en dias lluviosos con el suelo embarrado es un detalle importante. Resaltar que la mochila puede quedarse erguida sin problema simplemente asentada en su fondo, que cuenta con un material resistente e impermeable. Cuenta con un amplio bolsillo lateral donde trasnportar un trípode pequeño o, como es mi caso, para llevar el imprescindible termo de café. 

El transporte del tripode principal es algo peculiar. Cuenta con un sistema de extendido que, desplegando la parte posterior, permite colocar el trípode de una forma realmente estable. Viéndolo a simple vista no estaba muy convencido de su utilidad, pero lo recomiendo fervientemente si vais a hacer un trekking relatimanete largo o en el que tengáis que andar con cuidado con el equilibrio. De nuevo, a pesar de parecer aparatoso, la solución se muestra tremendamente efectiva si bien sacrificamos poder dejar la mochila erguida con facilidad. Personalmente y para uso cotidiano, opto por llevar el tripode colocando las correas por fuera. Es un sistema mucho menos seguro pero sacar y meter el trípode es mucho más rapido, amén de reducir el tamaño final de la mochila.

Disponemos de varios bolsillos pequeños y recovecos para transportar pequeñas cosas distribuidos por toda la mochila.

Espacio interior

Buscaba una mochila que me permitiera llevar todo mi equipo y, además, tener un espacio extra para llevar algo de ropa de abrigo extra (guantes, una capa extra, manta de emergencia…) y cumple muy muy bien. Además, me permite algo que buscaba desde hace un tiempo: Puedo llevar mi nuevo Fujinon 100-400mm montado y sin montar. Con mochilas anteriores o llevaba el 100-400 montado o, si cambiaba de lente, tenía que llevar la cámara en mano dejando el teleobjetivo guardado. No daba espacio útil para mas. La Vanguard Sedona Alta Sky 51D me permite utilizar el compartimento principal para jugar con el gran tamaño de ese objetivo ya que puede ocupar el espacio vacio si va desmontado y, aun así, tengo hueco más que suficiente para tener la cámara montada con otro objetivo distinto. Para mí, esto es un grandísimo plus y estoy seguro de que es una ventaja muy bien valorada por los usuarios de teles largos y voluminosos.

Sin embargo, lo que más me atrajo en un principio de esta mochila fue ese compartimento inferior que me tiene enamorado. Ese compartimento aloja todas mis lentes y es tremendamente fácil de acceder. Cuando necesito un cambio rápido, no necesito abrir todo el compartimento trasero quitar la tapa… Solo necesito deslizar la cremallera y los objetivos están fácilmente accesibles cuando los necesito.

Cuenta además con un compartimento específico donde mi Microsoft Surface cabe holgadamente y va perfectamente protegida. De hecho, creo que un portatil de 15 pulgadas voluminoso entraría holgado también. Curioso que, además, tiene un bolsillo extra donde guardar un iPad.

Resumiendo

La mochila Vanguard Alta Sky 51D es una mochila contundente para los que necesitamos espacio para nuestro equipo. Ideal para épocas del año donde necesitemos espacio extra como, por ejemplo, ropa de abrigo. Os dejo un pequeño resumen.

Puntos positivos
  • Adecuada para teleobjetivos largos

  • Compartimento inferior de acceso rápido

  • Fijación del trípode muy estable

  • Muy cómoda de llevar

  • Buena calidad de materiales

Puntos negativos
  • Voluminosa

  • Lenta colocación de un tripode mediano

  • Apertura trasera completa y no variable

  • Falta bolsillo en el cinto

 
Y tú… ¿ Qué opinas de la Vanguard alta sky 51d?  Déjame tu opinión en los comentarios
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