— BILBAO 2024 —
Día 2. Cansado es poco
Los viajes son para disfrutarlos y, si podemos ha erlo con calma y degustando (nunca mejor dicho) cada uno de los pasos, mejor.
¡Qué paliza! Por mucho que me gusto viajar, los aviones me matan y más si aterrizamos pasadas las 2AM. Pero eso no era todo… Después de las 4 horas de coche hasta Madrid, las 4 horas de avión hasta Reikiavik nos quedaban otras 2 horas y media hasta nuestra primera parada en Vik. Muy cansado, apoyado en la ventanilla del coche atestado de maletas, me preguntaba mirando a la oscuridad qué necesidad tenía yo a estas alturas de estar allí y no en mi casa calentito con mi mujer y un par de gatas a los pies. Entonces me acordé de ella.
En realidad me acuerdo de ella muchas veces. Me acuerdo cuando fue mi mejor amiga durante 3 largos meses. De todas las ganas que tenía de escapar de ella, de salir, de correr, de saltar… Ya tuve suficiente sofá y mantas. Ya no más hasta que no pueda más. Hace ya 7 años de aquello y sigo viviendo la aventura del sí como el primer día. ¿No sabes lo que es “la aventura del sí” pues lo cuento en otra aventura: La aventura de la fotografía de paisaje, donde te cuento esta y otras muchas aventuras siempre unido a mi cámara.
¿Y sabéis qué? Después de dormitar unas horas, me he levantado en un lugar mágico, rodeado de gente increíble y con una sonrisa enorme en los labios. Y, además, han llegado las primeras fotos, aunque parece que las auroras aun serán complicadas de cazar, no perderemos la esperanza.