— BILBAO 2022 —

Así de claro, sin medias tintas.

Y ya me podéis perdonar el lenguaje pero es que no es que no me gusten, es que estamos empezando a ver unos efectos adversos por la aparición de este tipo de videos que veremos hasta donde llegan.

make instagram great «again»

Los reels de Instagram son la respuesta de Meta a Tik-Tok. Unos videos cortos con musiquita recurrente que los ex de Facebook quieren convertir, por lo civil o por lo criminal, en su producto estrella en una plataforma otrora dedicada a la fotografía. El cambio ha sido tan rápido que muchos no lo han visto ni llegar. Hace dos años Instagram premiaba a los que subían stories, hace uno a los que subían videos y ahora no eres nadie si no subes dos reels al día. Instagram se ha dado cuenta de que las nuevas generaciones optan cada vez por el video como forma de expresión y comunicación. Vieron las orejas al lobo con Tik-Tok y están intentando reaccionar de la forma más agresiva posible para seguir siendo la aplicación de referencia… Pero me temo que ya no lo es. 

 
entre dos aguas

Y es que Instagram, para mí, se ha quedado entre dos aguas. Tiene una gran y fiel masa de usuarios a los que estos cambios le dan una pereza brutal, básicamente porque ellos no vinieron por esto. A ellos les sedujo una red social orientada a la fotografía fresca y la última. Ahora mismo, si quieres posturear, te haces un Tik-Tok porque es lo que hacen los jóvenes. Si quieres ver fotografía… Bueno… En Instagram apenas se ven fotografías. ¿Y por qué? Porque todo son reels. Un formato destinado a robarle usuarios a Tik-Tok y, de paso, recuperar el cetro de aplicación molona del momento…. Y aquí tampoco llega. Tik-Tok está creada ex-proceso para este formato. ¿Por qué te vas a conformar con una app reconvertida cuando tienes la original ahí mismo? Instagram, por tanto, se maneja entre los que suspiran por el formato anterior y a los que lo ven como la app de sus padres que quiere hacerse la guay.

 
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Los reels son una puta mierda

«Ya está el fotógrafo frustrado llorando por las esquinas…» Pues… No. Para empezar diré que nunca me ha gustado Instagram como red social. Ni siquiera antes. Me gusta saber más de una foto, interactuar… E instagram nunca ha sido muy amiga del texto. De hecho, ni siquioera se ve casi nada del texto cuando vemos una foto. Esta red social ha sido una de las grandes impulsoras de degradar la fotografía al punto de ¿disfrutarla? en un formato ridículamente pequeño en un tiempo ridículamente corto. Estoy de acuerdo en el slogan «Make Instagram Great», pero no etiendo lo de «again» porque, simplemente, para mí, nunca fue grande. Es mi red social menos utilizada desde hace mucho. Me planteé tener un número de seguidores decente para que el que entrara a mirar no se espantara… Y ya. Por lo tanto,  lo que pase allí o deje de pasar no es que me afecte demasiado.

 

Lutsenko bajando Galibier – Fotografía de @charlylopezph

reels: un nuevo (no) lenguaje

Recuerdo que cuando nació Tik Tok se decía que habían creado un nuevo lenguaje audiovisual. Una nueva era. La verdad es que estoy de acuerdo con que han creado algo nuevo, lo que no me queda claro es que sea un lenguaje o, al menos, un lenguaje elevado. Digo esto porque parece que vamos para atrás. Nos hemos vuelto a la cueva y estamos repitiendo un golpe con el hueso en la roca porque vemos que al de al lado le ha funcionado. Si ese es el nivel al que ponemos el lenguaje, creo que empezamos a ver cuál es el problema. Los reels están basados en la repetición y en la homegeneidad. No es que se esté dejando de premiar la originalidad, es que estamos castigando a quien no hace EXACTAMENTE lo mismo que los demás. ¿Qué tipo de mensaje es este para nuestros pequeños y nuestros jóvenes? Puede que estemos creando un lenguaje nuevo, pero, en realidad, es el mismo que teníamos pero recortado hasta límites insospechados. La homogeneidad corrompe el mensaje hasta el punto de perder su sentido. ¿No termináis por aborrecer la canción de moda que aprece en todos y cada uno de los tropecientos reels que aparecen en tu TL? Porque yo, sí.

 

repite lo mismo una y otra vez

Hay post de «influencers» que te dan «tips» (que no consejos) para hacerte «viral». Estos mágicos tips son, básicamente, que cojas una estructura prehecha con una música ya puesta y pongas ahí tu contenido para perder todo atisbo de originalidad y diferenciación que puedas tener. Instagram ha copiado la misma forma de de contenido que tiene Tik Tok para que entremos en su app y nos pasemos horas y horas consumiendo «contenido fácil – contenido basura». Porque no entramos a ver, a disfrutar o a aprender. Entramos ahí a que la vida se nos pase lo más rápido posible con contenido lo más naif posible para que nuestra realidad sea más soportable. Y, claro, la app va a premiar tu contenido cuanto más uniforme sea con visualizaciones y likes mediante su algoritmo. Y puesto en marcha el sistema de recompensa, la rueda puede girar así eternamente. 

 

Fotografía de @charlylopezph

si quieres ser visible, haZ lo que te digo

Este sistema de premiar la homogeneidad no es nuevo. Como comentaba al principio, esta ha sido la seña de identidad de Instagram desde casi sus inicios. El problema es que ahora esto es tan «nazi» que hay quienes están comprando videos de stock de la localización de moda para subir reels con el formato «in». Señores… ¿Se nos está yendo la pinza? ¿Tanto necesitamos este tipo de recompensas al punto de pagar por publicidad y pagar por contenido ajeno para hacerlo pasar por nuestro? No sé dónde vamos a acabar.

un problema de física

Siempre recuerdo que, en mi anterior trabajo, cuando tenia que diseñar algo, mi jefe siempre me venía con un carro de cosas que tenían que aparecer «sí o sí» en el diseño. Yo solo levantaba la cabeza y decía «Si me parece muy bien, pero es que el espacio es finito. Si quieres poner todo, irá más pequeño y si no, no irá». Y esto me pasa con los reels. Vengo de un mundo donde los cortos eran de 60 minutos. Un mundo donde, para desarrollar «rápidamente» una historia, tenías dos decenas de minutos. En este nuevo lenguaje, el tiempo es ínfimo. No te molestes en crear un concepto, una idea y en ir desarrollándola. Simplemente, no hay tiempo físico para soportarlo. Es más. Los reels premian de nuevo a quienes más cortito y con menos sustancia publiquen. El problema real que estamos sufriendo y que vamos a sufrir, aun más, en el futuro, es que estamos creando espectadores que han perdido su capacidad de atender. ¿Estabas pensando en otra cosa y te has perdido el último reel? No te preocupes, toma otro exactamente igual para que puedas sentirte integrado y a gusto contigo mismo. Estamos creando zombies sin capacidad de análisis, atención o creatividad. Y lo que es peor: Estamos castigando a quienes no son así. 

 

Importantísimo ver el video con audio. DE NADA.

MUSHO TESTO

¿Quién se molestará en el futuro en crear contenido de calidad?  Los reels están contribuyendo a crear una sociedad peor, a crear unos espectadores apáticos y construir creadores de contenidos asépticos, monótonos y muy poco orginales. Sí, señores: Los reels son una puta mierda. ¿Quedará alguien en el futuro que disfrute de un libro de 300 páginas? Es más. Yo mismo cuando escribo estos artículos pienso «Pero si es que hasta aquí abajo no va a llegar nadie». Si has sido uno de ellos, deja tu comentario para hacer notar que ERES DE LA RESISTENCIA.

BONUS TRACK

 

¿y tú? ¿qué piensas de los reels? Cuéntamelo en los comentarios

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