— BILBAO 2023 —
No. Tranquilo, Javi no se ha muerto.
Un día estaba viendo un precioso homenaje a una fotógrafa fallecida y pensé: “Qué lástima que no pueda estar disfrutando de esto” así que me he propuesto rendir el homenaje que se merecen a las personas vivas para que lo disfruten como es debido.
Conozco a Javi desde mucho antes de que me conociera él a mí. Recuerdo que fue uno de esos fotógrafos que miraba desde la distancia pensando «Buah, es que no voy a llegar ahí en mi vida». En definitiva, alguien a quien estudiaba y del que trataba de aprender. Sin embargo, era eso, una persona que tienes ahí en un pequeño pedestal y que difícilmente te planteas que, en algún momento, pudieras acceder a él.
Sin embargo… Twitter, haz tu magia.
para esto son las redes sociales
Por supuesto, yo seguía a Javi en Twitter desde hacía tiempo, aunque no fuera su red social más activa. Un día, por ya no recuerdo qué, me escribe un privado ofreciéndome ayuda con un tema. Y bueno… Que eso resume bastante bien lo que es: Como fotógrafo no os lo voy a descubrir, pero como persona ya os digo que poca gente tan jodidamente amable y desinteresada hay en este mundo (por desgracia). Las ganas de ayudar, de proponer, de estar ahí… No tengo muy claro cómo narices voy a poder devolverle todo lo aprendido, pero se me ha ocurrido que escribirle esto el día de su cumple, igual ayuda.
JAVI: EL ESCRITOR DE PRÓLOGOS
A partir de aquel momento y con muchos momentazos troll de por medio, aquella admiración se ha convertido en amistad, al punto que es el autor del prólogo de mi libro La Aventura de la Fotografía de Paisaje. Bueno, como él dice, yo escribí el relleno para que su prólogo se pueda vender como libro. Más allá de compartir las ganas de hacer el ganso, la F1 y los michis, lo que realmente nos une es una visión muy parecida de entender la fotografía. Tanto Javi como yo vemos la foto como la guinda, la excusa para disfrutar del viaje que te lleva a ella. Disfrutar de la cámara, más allá del simple hecho de disparar fotos.
VALENTÍA, INNOVACIÓN Y NEGOCIO
Habiendo ganado todos los concursos que ha ganado Javi y teniendo ya ese status top de fotógrafo de paisajes, hay quien se quedaría ahí, pero Javi no. Me admira la capacidad de probar cosas nuevas. La capacidad de arriesgarse y, por qué no decirlo, de divertirse aprendiendo. Cuando empiezas desde abajo y no tienes «nada» es más fácil arriesgar haciendo cosas locas, pero, cuando ya tienes algo que conservar, da mucho más vértigo exponerte. Sin embargo, Javi lo hace con tal naturalidad que abruma. Salta de una foto de Torres del Paine a una street photography ciberpunk de Tokio con una facilidad pasmosa. ¿Y por qué le sale tan natural? Porque Javi tiene un plan. Javi sabe cómo gestionar SU NEGOCIO.
LO QUE NOS FALTA A LOS FOTÓGRAFOS
Me encanta Javi como fotógrafo, me encanta como persona, pero, lo que más me alucina de él es su capacidad de entender esta profesión como… eso. Como una profesión. No le importa invertir, le importa que esa inversión tenga retorno. No le importa decirte «quiero venderte mi curso» porque, joder, ES QUE SU NEGOCIO ES VENDERTE SU CURSO. Y esto es lo que nos falta a la gran mayoría de fotógrafos. Hay gente ahí fuera que tiene un talento increíble, unas fotos de infarto, pero que no es capaz de generar dinero con ello porque espera que le caiga del cielo. No. Si quieres que la fotografía sea tu medio de vida, tienes que gestionar todas las herramientas de tu negocio. Crear un producto excepcional es solo la primera parte, lo que realmente te va a dar de comer es cómo monetices ese producto. Y, si queréis mi opinión, nadie lo hace tan bien en este país (con todas las dificultades que operar en este país implica) como el señor Javier de la Torre.
Javier de la turra
He aprendido muchísimo de Javi (teniendo que escuchar audios de Whatsapp de 20 minutos como peaje) a lo largo de estos ya 3 años (joder, cómo pasa el tiempo), pero me voy a quedar con tres cosas: Estar disponible, ser accesible y ser humilde. Si alguien que lo ha ganado todo como él lo ha estado para un absoluto don nadie como un servidor… ¿Cómo narices me voy a poder negar yo a ofrecerle ayuda a alguien? Tener los pies en el suelo me parece que es una lección que debemos aprender. Gracias, Javi, por tanto. Te quiero mucho.
Muchas gracias, txavalín.
Molan mucho estos homenajes en vida, sobre todo ahora, que morirme me viene fatal 😉
Y que te siga viniendo fatal mucho tiempo, churra!
Doy fe de su amabilidad, generosidad y de aquello que yo llamo compañerismo, siempre ahí para echar una mano.
Además, claro, de ser un norte a seguir.
Tiene que ser chulo escuchar estas cosas. Gracias por pasar!