— BILBAO 2022 —
Ser fotógrafo de bodas es algo que cada vez exige ser más especialista.
Es uno de los días más importantes de su vida y el fotógrafo de bodas tiene la enorme responsabilidad de estar a la altura. No puedes perder ningún momento ni posibilidad de repetir, pero si eres un fotógrafo de bodas en Bizkaia, ten por seguro que el entorno te ayudará.
Así, de primeras, parece un trabajo muy intimidante, pero la verdad es que he tenido la enorme suerte de contar siempre con parejas que me lo han puesto realmente fácil. Cuando notas que ellos confían en tu trabajo, toda esa «presión» se convierte en unas enormes ganas de hacerlo bien por ellos. Mi objetivo número uno es, siempre, crear ese vínculo con ellos antes del día de la boda. Es impensable para mí pensar que te puedes presentar el día de la boda de alguien sin saber cómo es o qué esperan de ti. Por eso, una vez se acepta el presupuesto o bien para cerrar las necesidades para elaborarlo, me gusta quedar en persona con ellos para ver qué tipo de boda esperan, qué look les gustaría, si quieren unas fotos más tradicionales o si les gustaría algo más «loco».
NO ES UNA REUNIÓN, ES CONOCEROS
Al final todo se resume en conoceros. El trabajo de un buen fotógrafo y de un fotógrafo de bodas en particular, es entender bien qué quiere el cliente de ti. En el caso de las bodas, la reunión (o reuniones) previa sirve para, primero, romper el hielo y generar esa confianza en ellos y, segundo, para entender «qué rollo» lleváis. Si sois más serios, si sois más extrovertidos… La personalidad de cada uno marca qué fotos quiere para un día tan especial y el fotógrafo de bodas tiene que saber captarla y, después, plasmarlo en sus fotografías.
¡Esto comienza! los detalles
Siempre me gusta decir que la boda empieza antes de la boda. Cuando pasa el tiempo tendemos a perder los pequeños detalles de aquel gran día. Nos quedamos con lo realmente importante: Con los momentos, con las sensaciones… Pero, poco a poco, vamos dejando atrás los detalles del ramo, la decoración… Uno de los objetivos de la fotografía de boda tienes que ser preservar esas pequeñas cosas para poder recordarlas cada vez que revisitéis el álbum de boda. La suerte que tenemos cuando hacemos fotografía de boda en Bizkaia es que, normalmente, estamos rodeados de un entorno espectacular, con lo que, además de ser un bonito recuerdo, podemos conseguir preciosas instantáneas.
los detalles de interior.
El banquete es uno de los hitos a documentar cuando eres fotógrafo de bodas. Al igual que con los pequeños detalles, me gusta ir con tiempo para buscar ese lado más íntimo de esas pequeñas cosas que siempre cuidamos con mimo el día de nuestra boda. La tarta, esas chuches especiales, esa decoración de la mesa personalizada… Hay un montón de rinconcitos donde la cámara puede entretenerse para brindar una fotografía de boda mucho más completa.
la prota.
Pero si hablamos de una boda tenemos que hablar de ella, de la novia, de la prota. Un fotógrafo de bodas tiene que tener especial mimo con ella. Para mí es importantísimo tener un gran feeling con los novios porque, si ellos confían en ti, se van a centrar en lo importante: Disfrutar de su día. La novia va a estar radiante y tenemos que ser capaces de no perdernos ninguno de los detalles. Buscar esos pequeños momentos de complicidad, esa mirada divertida, ese encuadre en el que el vestido luce en todo su esplendor… Como fotógrafo de boda me gusta dejar que la luz del sitio haga todo el trabajo, huyendo de retoques excesivos y artificiales para las pieles. Si eres fotógrafo de bodas en Bizkaia estoy seguro de que no necesitarás hacer grandes locuras para componer grandes fotografías.
¿No falta alguien?
¡Ostras, sí! ¡El novio! A veces tenemos la tendencia a centrarnos demasiado en la novia y creo que es un error. Este día es de los dos y, aunque la novia siempre va espectacular, el novio no le va a la zaga. Este es el comienzo de una vida juntos, y tenemos que empezar con ese mismo talante. El novio es el otro protagonista y debemos darle el mismo peso en nuestra fotografía de bodas.
los momentos.
Pero si hay algo que marca la diferencia en las bodas, son los momentos. Esas pequeñas historias dentro de esa gran historia que es la boda: El momento de los anillos, ese primer beso, esa mirada del padre orgulloso de ese que se va a convertir en su hijo y a quien va a confiar a su hija. O ese momento en el que el ciclo de la vida da otro pasito y los aitas dan un paso atrás para que los novios sean los protagonistas. La boda está llena de pequeñas historias que duran un pequeño instante y que el fotógrafo de bodas tiene que estar listo y atento para no perdérselos.
Al final, la boda pasa muy rápido y la magia de la fotografía es detener esos instantes fugaces para poder revivirlos con toda la tranquilidad del mundo para el resto de vuestra vida.
— BILBAO 2022 —
¿Necesitas fotos
para tu web?
[instagram-feed]