— BILBAO 2024 —
Vivir esclavizado por tu trabajo no es tener éxito
El presentador/cocinero/personaje/maltratador Jordi Cruz representa lo que, para mí, es el cinismo de nuestra sociedad. Una panda de ególatras que dictaminan lo que es exitoso en la vida y que solo ven a los demás como una masa informe de infraseres a los que esclavizar para lograr vivir aun «mejor».
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Poquita gente encontraréis más apasionada de su trabajo que yo. Para mí, mi trabajo es una parte de mi vida muy importante, pero no es mi vida. Lo cuento en La Aventura de la Fotografía de Paisaje: Nunca llegaré a ser de los mejores fotógrafos de paisaje porque, para eso, tu trabajo tiene que ser tu vida. Y, oye, que si la gente quiere vivr así (incluído Jordi Cruz), yo encantado. Lo que no puede ser es que se instaure la creencia de que esto es sinónimo de una vida plena y, lo que es peor, que se acepte que este tipo de personajes denigren a otros en prime time porque su vida fuera del trabajo sea más importante.
Es absolutamente intolerable que esto que acaba de pasar en MasterChef se emita en la televisión pública. Luego se nos llena la boca hablando de salud mental, pero mientras no hay psicólogos en la pública, con nuestro dinero sí pagan esta violencia. pic.twitter.com/KSJYeOVnZL
— Paola Aragón Pérez (@paragonperez) April 24, 2024
Se nos llena la boca con la salud mental y luego se ven este tipo de actitudes en una televisión pública sin que pase absolutamente nada. El señor Jordi Cruz debería estar en la calle (o en su restaurante, vaya) ya, pero no pasará. Inculcamos en los jóvenes, no sé si sin darnos cuenta o a posta, que hay que trabajar al 100% siempre. SIn respiro. Sin parar jamás. Porque así se llega al éxito. Lo que no les contamos es que ese éxito no está en nuestras manos. Por mucho que trabajemos, por mucho que sacrifiquemos… No lo está ¿Me quieren decir que todos los que no triunfan es porque no se han esforzado lo suficiente? ¿Ese es el mensaje? Porque les recuerdo que tenemos a un montón de políticos cobrando un pastizal que han trabajado menos que un cura un lunes. Y ahí están. Derrochando billetes. El éxito del no trabajo.
Privilegiados hablando desde el priilegio.
Estoy hasta el gorro ese mensaje. Oir de boca de niños de papá que han tenido todo pagado durante toda su vida, que han tenido la mejor universidad pagadita, con tiempo para estudiar y hacerse sus viajecitos, hablar de que lo público no tiene sentido. Que si te esfuerzas tendrás todo lo que él tiene cuando es MENTRA. Mentira que lo vayas a conseguir y mentira que sea un ejemplo de trabajador ni de esfuerzo.
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— La Razón (@larazon_es) April 20, 2024
No todos tenemos las mismas oportunidades. No todo depende de nuestro esfuerzo. El éxito a costa de morirte cada un día un poco más por dentro no merece la pena. Debemos apoyar a los que están ahí. Debemos ser muchísimo más empáticos porque ninguno sabemos las circunstancias que el de al lado está pasando y, desde luego, debemos dejar de erigirnos en jueces supremos hablando desde nuestro pedestal. Me da hasta vergüenza comparar cómo se tratan estas mismas situaciones en otros paises.
En Masterchef Australia un concursante decidió abandonar porque no se encontraba bien mentalmente. Los jueces estuvieron hablando con él y le dijeron que la salud mental es lo primero. Este concursante volvió 2 años más tarde, con todas sus fuerzas y ganó
pic.twitter.com/v0tB5kCpXj https://t.co/t9InSqI2Sk— KiwiFresa ²⁷²⁷ (@kiwifresa27) April 25, 2024
Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad
Si tienes éxito, si eres relevante, esto debería implicar un grado aun mayor de responsabilidad. Sin embargo, vivimos en un país en el que el que más poder tiene, se dedica a ser el más cafre del patio del colegio. Atizando sin pudor ninguno a los demás. Y ya si eres mujer, ni te cuento… Esto le preguntaban a Garbiñe Muguruza después de retirarse por salud mental del tenis profesional.
La elegancia con la que Garbiñe Muguruza responde a esa pregunta de mierda sobre su peso y que solo le hacen a una mujer. pic.twitter.com/yexgrHwGqb
— Sonia Palomino (@soniapalomino) April 23, 2024
Encontré en Twitter muchos coaches de estos modernos diciendo que qué vergüenza. Que a ver si no disfrutaba de la vida cuando ganaba Wimbeldon… Yo no sé cómo de lejos está gente de lo que es la élite deportiva, pero os aseguro que la vida de un deportista de alto nivel, ya no te digo de alguien capaz de ganar Wimbeldon, es agónica. Con tu cuerpo en esfuerzos agónicos constantes, con un estrés infernal todos los días de tu vida, con la presión de medios y aficionados… Es toda tu vida dedicada a un único objetivo y es agotador. Ya no te digo sostenerlo en el tiempo o haber sacrificado tu niñez y tu adolescencia para llegar donde estás. Y que encima te juzguen hasta cuándo puedes aguantar…
Siempre me acuerdo de personas que hablan de esto claramente y siempre me viene a la mente el también tenista Alex Corretja. Un tio que es de los mejores tenistas de su país, número dos del mundo (ojo, casi nada), ganador de gran Slams, un tio de éxito innegable… Y, sin embargo, cuando habla de su niñez, de su enorme sacrificio, se atisba una tristeza en sus ojos grande. Como de alguien que dice «sí, pero…». Seguramente Alex no cambiaría lo que tiene por haber tenido una niñez más «normal», o lo mismo sí. Lo único que sé es que jamás me atrevería a meterle un micro para decirle «pues ya podrías haber seguido un par de años más, puto vago».
No creo que sea tan complicado aceptar que el éxito de cada uno reside en llegar donde cada uno quiera en el tiempo que él estime oportuno y que, además, algunos queramos disfrutar por el camino, descansando cuando no podamos más o deteniéndonos lo que haga falta para coger el impulso necesario. Señor Jordi Cruz: Su modelo de éxito me chupa un pie… Exactamente igual que el mío se la suda a usted bastante.
Yo soy feliz aquí. Déjeme con lo mío.
SU PUERTA.
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