— Liencres 2018 —
Como todo en esta vida, siempre hay que buscarle el lado bueno.
Nos ha pasado una y mil veces. Hacemos una planificación extraordinaria, cargamos con todo nuestro equipo, invertimos un montón de tiempo en llegar a la localización y… ¡Oh, sorpresa! El tiempo, a pesar de las previsiones, nos falla. Si lo pensáis bien, lo raro es que todo salga como queremos. Una nube inoportuna, el viento, el cielo raso… Muchas cosas pueden salir mal. Podríamos lanzar 1000 maldiciones al viento bramando por nuestra mala suerte. Podríamos, pero, os cuento un secreto… No nos vale de nada.
En vez de malgastar nuestras energías rumiando lo que no puede ser, debemos enfocarnos en lo positivo. Y aquí os dejo un pequeño truco: Debido a la curvatura de la tierra, Los rayos del sol también se pueden reflejar a espaldas del atardecer. Este fenómeno da lugar, incluso, a atardeceres dobles , pero muchas veces, sin llegar a ese punto, tenemos una luz preciosa a nuestra espalda.
Mira a tu espalda: Te puedes estar perdiendo una luz genial.
La foto que acompaña el blog no tiene el mejor background de la historia, pero me encanta la luz y sus colores. Después de una hora y media de coche, ver que el atardecer que habías planeado no va a aparecer puede ser frustrante, pero si te mantienes positivo y utilizas este pequeño truco, seguro que puedes encontrar imágenes que ni siquiera habías imaginado.
Aprovecho para saludar a Goga, una fantástica fotógrafa con un montón de seguidores en Instagram con la que coincidí en el acantilado y con la que la decepción del frustrado atardecer fue mucha menos decepción. ¡Un saludo Goga! Tienes tu foto un poquito más abajo.