— BILBAO 2025 —
Este ciclo solar nos ha regalado 3 noches de ensueño.
Hace unos años, bromeábamos con que la gente se creyera fotos editadas de Bilbao con auroras boreales. Este ciclo solar nos ha demostrado que la verdad no estaba tan lejos.
Recuerdo que una vez la cuenta oficial de turismo de España publicó en Twitter una foto de unos molinos manchegos iluminados por dos soles. Por aquel entonces, Twitter seguía siendo Twitter… Y CLARO. Pues como ya era la decimocuarta vez que metían la pata, nos lo tomamos a coña y empezamos a editar chapuceramente fotos con cosas, digamos, muy poco probables: Fotos con cuatro lunas, fotos de día con vías lácteas… o fotos del Guggenheim con auroras boreales.
Y DE REPENTE… EL SOL
Todo eran risas hasta que el sol se marcó un «sujétame el cubata» que no vimos venir ni los del centro del mismísimo Bilbao. Recuerdo estar en Febrero en Islandia, cumpliendo con el sueño de tener una buena foto de aurora boreal encima del emblemático Vestrahorn y pensar: «Guarda estos momentitos en la cabeza, que vas a tener muy pocos parecidos en tu vida.». Y es que, de verdad… Ver esas luces ahí arriba, con esas dunas… Es contemplar un espectáculo majestuoso, pero claro… Tú asocias este tipo de eventos al lugar en el que estás. Lo asocias a unas latitudes que rondan el círculo polar ártico y asumes que eso es normal allí arriba.
Y LLEGA MAYO
Ya os conté la historia completa de la aurora de Mayo tanto en mi blog como en un post que escribí para Photolari (segundo post más visto en su plataforma en 2024, por cierto ^^), pero creo que por más que lo cuente de 1001 formas no voy a poder explicar la sensación de «esto no es real. Me va a sonar el despertador en dos minutos» que tenía al ver la foto que acababa de hacer… A menos de una hora de mi casa. La situación era tan surrealista que me pasé el parking de Gaztelugatxe (que no es precisamente pequeño) mirando al cielo. Si hay algo que le tengo que reprochar a este ciclo solar, es que todos los eventos gordos me han caído fatal en la agenda. Ojalá haber podido pasar toda la noche allí, pero, como esto es un negocio y hay que comer, a la mañana siguiente había que dar el mejor de los servicios a los clientes.
ser único. irrepetible.
Y ahí volvía yo a mi casa en el coche. Alucinado, sin poder dar crédito de lo que llevaba en la cámara. Recuerdo mandarle un audio a Javier de la Torre contándole todo mientras yo mismo asumía lo acababa de pasar y terminar llegando a una reflexión: «Javi, ¿te das cuenta de que soy el único ser humano que tiene esta foto?». Me hace gracia la puntualización de «ser humano» porque todos asumimos que esta foto ya la tenían los aliens de antes, claro XD. El caso es que en realidad fue así al menos durante unas horas. Luego hubo un par de compañeros más que fueron allí, pero, aun así, jamás pensé que algo tan excepcional pudiera llegar a repetirse. Al fin y al cabo, muchos expertos habían calificado ese evento como el fin del pico solar… Pero llegó Octubre.
No se puede pedir más
Y es que si bien la de Mayo solo la vimos venir un puñado de enfermos que nos gusta mirar datos para aprender y que, de casualidad, intuimos que aquello podía ser épico, en el evento de Octubre había ya mucha gente con las orejas tiesas. De hecho, tuve que apagar el móvil en el trayecto hasta allí porque era un auténtico sinsentido la cantidad de mensajes, tuits e incluso llamadas de gente preguntando por la situación. Recuerdo que me dio cierta pena perder esa condición de foto «única», pero también me daba la oportunidad de hacer la foto que realmente quería hacer… Que era desde abajo. Además, como solo duró despejado un ratito, sé que esta foto de aquí arriba también es única. Si tuviera que elegir un encuadre y un momento, sería este, así que… No me puedo quejar. Esta fue una aurora vivida de una manera muy diferente. Si la primera fue un disfrute íntimo, en soledad, esta fue una reunión de amigos al pie de la ermita con el mejor de los espectáculos sobre nuestras cabezas. Esta vez fue la aurora en la que más color he percibido en el cielo de largo. Lástima que se nubló demasiado pronto porque hubiera sido una foto aún mejor.
y van 3
Y bueno… Ya está, ¿no? ¿NO?. Pues el sol parece estar empeñado en decirnos que el pico solar no se ha acabado, porque el día de año nuevo de 2025, Gaztelugatxe volvió a teñirse de esos colores tan alucinantes. Mi tercera vez en menos de un año en el lugar más espectacular de Bizkaia disfrutando de un espectáculo que jamás imaginé ver, convirtiendo a Rocadragón en Gaztelugatxe boreal.
vendran más
Lo increíble de todo esto es que, probablemente, estas no sean las últimas fotografías de San Juan de Gaztelugatxe que veamos. Hoy mismo, mientras escribo estas líneas, estoy pendiente de datos prometedores que puede que, dentro de poco, nos vuelvan a regalar estas fotos que jamás imaginamos si quiera poder disfrutar. Si no quieres perderte esta nueva oportunidad, te recomiendo que eches un vistazo a este ebook de aqui abajo.