— BILBAO 2024 —

Los paisajes de Islandia son tan gigantescos que solo puedo concebirlos en formato ultrapanorámico.

Islandia es un país muy visitado por fotógrafos. No me gusta cortapegar encuadres de los demás, así que me planteé un reto: Ceñirme a un patrón ultrapanorámico al concebir mis fotos.


Odio cuando veo a la gente en una localización mirando en el móvil una foto en Instagram para fusilar, milimétricamente, una foto, pero ya me pone del hígado cuando es la única foto que hacen allí. No concibo la fotografía de esa manera salvo que estés aprendiendo y quieras sacar tus propias conclusiones de esa foto en cuanto a ejecución. Si no, es infinitamente más divertido buscar tus propias composiciones, fluir, explorar por ti mismo. No hay mejor sensación que cuando consigues algo que puedes sentir realmente como tuyo.

Cuando me planteé volver a Islandia esto supone un problema, porque hay tantísimas fotos de allí que es dificil innovar. Por eso me planteé como un reto limitarme en la mayoría de mis imágenes a un formato ultrapanorámico. Es una manera de afrontar los viajes que me encanta, porque me hace tener un objetivo, algo que me acota y no me deja dispersarme.


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los 1001 encuadres de stokksnes

Uno de los objetivos del viaje era conocer Stokksnes. En el viaje anterior no pude vistarlo y esta vez el campamento base estaba bien cerquita para poder visitarlo en diferentes condiciones. Cuando tienes varias oportunidades de revisitar un lugar así, creo que es muy importante estrujarlo para sacarle todo el jugo. Y, para eso, la composición ultrapanorámica es ideal, tanto usando el dron como tu cámara.

EL SUR DE ISLANDIA 

Pero claro…  Islandia no es solo Stokksnes. Aunque no tuvimos unas condiciones excepcionales, pudimos disfrutar de muchos más enclaves del sur de la isla, en los que también me centré en traerme más encuadres con esta particular punto de vista. Skogafoss, Fjallsárlón, Vestrahorn, Hvalnes o la cueva de hielo de Katla me regalaron preciosos momentos para recordar por siempre con estas fotos.

Un viaje muy extraño en lo personal, pero que, como no podía ser de otra manera, vino acompañado de estampas increíbles de un país que nunca defrauda. Para mí, visitar Islandia en invierno es ver la verdadera cara del país. Porque visitar ICEland sin «ice» se me queda a la mitad. Agradecido, además, de la oscuridad que nos permitió disfrutar de auroras boreales en un lugar tan de ciencia ficción como son las dunas al pie del del Vestrahorn.


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Buscar algún tipo de hilo conductor en las fotos de tu viaje te ayuda a conseguir mejores fotos porque te permite centrarte en un elemento y sacarle todo el provecho posible. Al igual que hice en Oporto, estructurar las sesiones de esta manera me hace conseguir más y mejor material de cada salida. ¿Te atreves a probarlo?

 

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