— Bilbao 2018 —
¿La mejor foto de mi vida?
Siempre evolucionamos. Por suerte, casi siempre a mejor. Una de las cosas de las que más orgulloso estoy es de la mejoría que experimento día a día. Lo veo en mis imágenes. Cada vez tengo más control de las distintas situaciones y comienzo a interiorizar ciertos automatIsmos que me permiten explorar mi parte creativa. Los resultados llegan como fruto del trabajo y más trabajo diario, afrontando retos y dificultades… y fallando, claro.
Estos días he estado fotografiando un evento: El Red Bull Cliffdiving Bilbao. Un evento espectacular en el que 14 valientes/locos se arrojan desde un puente a 27 metros de altura para aterrizar en la ría de Bilbao. Si buscáis su hashtag en Instagram veréis imágenes espectaculares de los saltadores cayendo con el Guggenheim de fondo. De hecho, al final del todo os dejo mi galería personal en la que hay imágenes impactantes.
Hay vida más allá de la foto que todo el mundo saca
Aunque no llegué a tiempo para acreditarme y poder acceder a las escaleras del puente donde se disfrutan de las mejores vistas, estaba bastante satisfecho de las imágenes que capturé el jueves de entrenamientos. Sin embargo, la casualidad me llevó el día de la competición a la otra rivera del rio.Reconozco que la lluvia, el viento y la amenaza de galerna casi me hacen caer en la autocomplacencia de ya tener 3 o 4 buenas imágenes, pero decidí darle una oportunidad a una ubicación que, en teoría era mucho menos fotogénica: La otra ribera, dejando el Guggenheim a nuestra espalda.
Vagar, probar, encuadrar.
Siempre tenemos la tentación de llegar a un sitio, extasiados y plantar el trípode en el primer sitio en el que cae. La experiencia nos obliga a huir de esa comodidad. Estuve vagando durante unos 40 minutos por toda la explanada buscando encuadres y viendo las limitaciones de la situación: El día estaba oscuro, necesitaba una ISO bastante alta, no podía irme muy lejos porque no me daba el 55-230mm… Vi a varios colegas apostarse en la situación lógica: Lo más de frente posible al trampolín y me dije que aquella no era mi foto. Sabía que no me iba a aportar nada… Y exploré.
La verdad es que no puedo estar más satisfecho con el resultado: Es una foto diferente y eso, a día de hoy, es difÍcil de conseguir. Seguramente muchos quedaran más impactados por las del otro lado de la ribera pero a mÍ, me da muchísima más satisfacción esta. Por composición, por originalidad y, sobre todo, por no conformarme con lo que ya tenía.
Por eso, yo la declaro «Mejor Foto de mi Vida»… Por ahora.
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